El proyecto buscaba armonizar los espacios exteriores de la chacra, generando una conexión fluida entre el dormitorio y el área de piscina, respetando al mismo tiempo los árboles nativos y el entorno natural del terreno.

Se construyeron decks perimetrales en madera curada y muros de contención con palos redondos de eucalipto. Se incorporó un techo liviano y translúcido con calados que permitieron conservar los árboles existentes. Además, se recuperaron piedras del terreno para integrarlas en la zona de fogón, y se realizaron trabajos complementarios de albañilería, carpintería rústica, electricidad y pintura.